Quien no entre a leer esta crónica y se quede simplemente con el resultado final, acaso piense que el Córdoba B perpetró hoy ante el Alcalá otro de esos espantosos encuentros que han jalonado toda su temporada. Nada más lejos de la realidad.
El filial cordobesista dejó su situación clasificatoria aparcada, se puso por delante, sacó a su rival del campo con buen juego y tuvo el partido perfectamente controlado, hasta que al almeriense García Rodríguez le apeteció regalarle los puntos a los sevillanos. Se sacó de la manga una roja a Diego Gómez y le dijo a los alcalareños: ganad el partido. Dos tantos de los de Asián en un minuto acabaron con la digna resistencia local.
Pedrito apostó por la dupla de centrales Diego Gómez-Fuentes, mientras que desplazó a Javi Pérez a la banda izquierda para hacer sitio en el centro a Pascual y Toni. Por aquel costado zurdo llegó la primera ocasión local, en un centro raso de Pérez que Manu Leal lanzó con la izquierda por encima del larguero. Y también el 1-0. Sólo habían pasado siete minutos de juego cuando otro centro del capitán blanquiverde lo llevó a las mallas del cordobés Díaz el delantero Antonio Pino, con un sensacional cabezazo en plancha.
El partido fue desde entonces un monólogo del equipo cordobesista, que sólo sufrió en alguna dubitativa salida del meta Alberto. Nada más marcar, Díaz atrapó una semi-vaselina de Pino tras dejada de Pedro, y en el minuto 16, Diego Gómez cazó cuando se perdía una pelota botada de estrategia de Javi Pérez y estuvo a punto de hacer el segundo. La zaga panadera despejó bajo palos.
El paso de los minutos serenó a un Alcalá espeso y holgazaneando, hasta hacer de la posesión de balón tesoro casi exclusivo. Sin, el B tuvo otra ocasión más en un fuerte remate de Javi Pérez desde la frontal que despejó con la cara Díaz. Del Alcalá no hubo noticias ofensivas hasta los instantes finales de la primera mitad. Primero, en un fallo de marcaje local tras falta botada por Platero y que Nandi, solo, no acertó a cabecear. Y luego, en una acción bien trenzada por el ataque sevillano que culminó con un remate sobre la marcha Pedro Carrión. Alberto se marcó un auténtico paradón para sacar el balón a córner.
Con otra acción similar se inició la segunda mitad, en la que aparecieron tres nuevos protagonistas sobre el césped. Pedrito situó a Joky por Manu Leal en la banda derecha, mientras que Asián, que se quejaba a gritos de la nula actitud de sus hombres, retiró a Ismael y Chapi para introducir a Manu y Rubén Rodríguez. Precisamente fue el primero el que tuvo el empate a los dos de juego, pero Alberto respondió magníficamente.
Entonces, en el minuto 53, llegó la acción clave del partido. Una falta normal en el centro del campo de Diego Gómez, que estaba completando un partido perfecto en su función defensiva, la castigó el colegiado con una incomprensible e inadmisible tarjeta roja. Una jugada como mucho de amarilla, y en otros campos o momentos ni eso, le supuso al B jugar en inferioridad más de media hora, un factor decisivo con el muchísimo calor reinante en la Ciudad Deportiva. Al árbitro no le bastó con su diferente vara de medir las entradas de uno y otro en la primera parte, en la que el B vio 4 amarillas y el Alcalá, que se hartó de repartir estopa, solo una.
El técnico local recompuso al equipo retirando a un punta, Pedro, para meter a un central, Alfonso García. Pero era cuestión de tiempo que el Alcalá aprovechara su superioridad. Diez minutos después de la expulsión, y tras un cambio posicional importante de Asián, al retrasar a Djily para adelantar al centro del campo a Nandi, llegó el empate. Pedro Carrión se hizo con balón largo que no pudo acertar a despejar Fuentes, y de tiro cruzado batió a un Alberto que quizá pudo hacer algo más.
Dicen los entendidos que a un equipo en la zona baja se le juntan todas las vicisitudes, y a este Córdoba B le pasa algo de eso. Porque sólo había pasado un minuto cuando Nandi tomó un balón en el centro del campo, avanzó unos metros y marcó el gol de su vida con un gran disparo. Ahí se acabó el partido.
Chiqui, la última bala de Pedrito, firmó con un tiro flojo desde la frontal el único intento de un B muy cansado, con jugadores desfondados y sin fuerza moral para pasar con peligro la línea de tres cuartos. El Alcalá, andando, sólo tuvo que aprovechar sus ocasiones para cerrar una engañosa goleada que maquillara su mal juego. E
l ex cordobesista Platero, que demostró haber cambiado poco en estos años de declive –gran calidad y nulo sacrificio- marcó un excelente tanto de libre directo, mientras que en el 88 Pedro Carrión, posiblemente en fuera de juego, redondeó la goleada. García Rodríguez, quizá dándose cuenta del daño que le había hecho al B, pitó el final en el minuto 44:47. El juicio del filial está visto para sentencia.
El filial cordobesista dejó su situación clasificatoria aparcada, se puso por delante, sacó a su rival del campo con buen juego y tuvo el partido perfectamente controlado, hasta que al almeriense García Rodríguez le apeteció regalarle los puntos a los sevillanos. Se sacó de la manga una roja a Diego Gómez y le dijo a los alcalareños: ganad el partido. Dos tantos de los de Asián en un minuto acabaron con la digna resistencia local.
Pedrito apostó por la dupla de centrales Diego Gómez-Fuentes, mientras que desplazó a Javi Pérez a la banda izquierda para hacer sitio en el centro a Pascual y Toni. Por aquel costado zurdo llegó la primera ocasión local, en un centro raso de Pérez que Manu Leal lanzó con la izquierda por encima del larguero. Y también el 1-0. Sólo habían pasado siete minutos de juego cuando otro centro del capitán blanquiverde lo llevó a las mallas del cordobés Díaz el delantero Antonio Pino, con un sensacional cabezazo en plancha.
El partido fue desde entonces un monólogo del equipo cordobesista, que sólo sufrió en alguna dubitativa salida del meta Alberto. Nada más marcar, Díaz atrapó una semi-vaselina de Pino tras dejada de Pedro, y en el minuto 16, Diego Gómez cazó cuando se perdía una pelota botada de estrategia de Javi Pérez y estuvo a punto de hacer el segundo. La zaga panadera despejó bajo palos.
El paso de los minutos serenó a un Alcalá espeso y holgazaneando, hasta hacer de la posesión de balón tesoro casi exclusivo. Sin, el B tuvo otra ocasión más en un fuerte remate de Javi Pérez desde la frontal que despejó con la cara Díaz. Del Alcalá no hubo noticias ofensivas hasta los instantes finales de la primera mitad. Primero, en un fallo de marcaje local tras falta botada por Platero y que Nandi, solo, no acertó a cabecear. Y luego, en una acción bien trenzada por el ataque sevillano que culminó con un remate sobre la marcha Pedro Carrión. Alberto se marcó un auténtico paradón para sacar el balón a córner.
Con otra acción similar se inició la segunda mitad, en la que aparecieron tres nuevos protagonistas sobre el césped. Pedrito situó a Joky por Manu Leal en la banda derecha, mientras que Asián, que se quejaba a gritos de la nula actitud de sus hombres, retiró a Ismael y Chapi para introducir a Manu y Rubén Rodríguez. Precisamente fue el primero el que tuvo el empate a los dos de juego, pero Alberto respondió magníficamente.
Entonces, en el minuto 53, llegó la acción clave del partido. Una falta normal en el centro del campo de Diego Gómez, que estaba completando un partido perfecto en su función defensiva, la castigó el colegiado con una incomprensible e inadmisible tarjeta roja. Una jugada como mucho de amarilla, y en otros campos o momentos ni eso, le supuso al B jugar en inferioridad más de media hora, un factor decisivo con el muchísimo calor reinante en la Ciudad Deportiva. Al árbitro no le bastó con su diferente vara de medir las entradas de uno y otro en la primera parte, en la que el B vio 4 amarillas y el Alcalá, que se hartó de repartir estopa, solo una.
El técnico local recompuso al equipo retirando a un punta, Pedro, para meter a un central, Alfonso García. Pero era cuestión de tiempo que el Alcalá aprovechara su superioridad. Diez minutos después de la expulsión, y tras un cambio posicional importante de Asián, al retrasar a Djily para adelantar al centro del campo a Nandi, llegó el empate. Pedro Carrión se hizo con balón largo que no pudo acertar a despejar Fuentes, y de tiro cruzado batió a un Alberto que quizá pudo hacer algo más.
Dicen los entendidos que a un equipo en la zona baja se le juntan todas las vicisitudes, y a este Córdoba B le pasa algo de eso. Porque sólo había pasado un minuto cuando Nandi tomó un balón en el centro del campo, avanzó unos metros y marcó el gol de su vida con un gran disparo. Ahí se acabó el partido.
Chiqui, la última bala de Pedrito, firmó con un tiro flojo desde la frontal el único intento de un B muy cansado, con jugadores desfondados y sin fuerza moral para pasar con peligro la línea de tres cuartos. El Alcalá, andando, sólo tuvo que aprovechar sus ocasiones para cerrar una engañosa goleada que maquillara su mal juego. E
l ex cordobesista Platero, que demostró haber cambiado poco en estos años de declive –gran calidad y nulo sacrificio- marcó un excelente tanto de libre directo, mientras que en el 88 Pedro Carrión, posiblemente en fuera de juego, redondeó la goleada. García Rodríguez, quizá dándose cuenta del daño que le había hecho al B, pitó el final en el minuto 44:47. El juicio del filial está visto para sentencia.
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