Que quede este empate para el San Roque como un verdadero aviso de que nadie va a regalarle nada. También debe servir para llamar la atención de los futbolistas aurinegros para que la relajación de la que hablábamos en la previa no aparezca nunca más en el cuadro lepero. Y, por último, que en estos campos es de donde se deben sumar los puntos de 3 en 3 obligatoriamente si se quiere aspirar a algo grande de verdad.
Todo ello porque a pesar de que Antoniano es un equipo voluntarioso, al mismo tiempo es muy, pero que muy limitado, que es farolillo rojo por deméritos propios. Por eso existe la sensación en la expedición aurinegra de que se han quedado 2 puntos por el camino que pueden llegar a ser vitales al final de la temporada, toda vez que la clasificación por arriba está apretadísima.
Y eso que el once inicial de Alejandro Ceballos transmitía buenas sensaciones a priori, con Casiano y Joaquín como punta de lanza. Pero el desarrollo del partido demostró que el míster lepero se equivocó con la táctica, porque el San Roque estuvo perdido en el centro del campo durante casi todo el partido.
Los primeros acercamientos aurinegros a la portería de Oliver se produjeron a balón parado, pero en faltas muy lejanas como para que Vidal hiciera daño. De hecho, los primeros 20 minutos el balón estuvo más tiempo en el aire que sobre el césped sintético del Municipal lebrijano.
El Antoniano, por su parte, intentaba llegar a trancas y barrancas, sobre todo gracias a los intentos de Juande, cuyos disparos y centros desde la izquierda tuvieron algún peligro, pero todo cocinado de manera muy inocente. En este contexto, Nando y Vicente estuvieron desaparecidos durante la primera parte, especialmente Nando, que vio la amarilla una vez y a punto estuvo de ver la segunda.
Cuando el cronómetro marcaba el minuto 37, el San Roque fabricó la mejor ocasión de la primera mitad, tras una jugada grandiosa de Juanlu, que llegó a la línea de fondo para centrar al segundo palo, donde Vicente, absolutamente solo, golpeó mal la pelota y la mandó fuera cuando se cantaba el 0-1. No pudo ser en esa ocasión, aunque también el Antoniano tuvo la suya sobre la hora, en un centro de Juande al primer palo, que alguien peinó hacia el segundo; afortunadamente para los intereses leperos, allí estaba Cisco bajo palos para sacar la pelota.
Tras el descanso, Ceballos dio entrada a Jonathan por un inédito Raúl Domínguez, pero las cosas cambiaron poco, porque el poco balón rasante que había era para el Antoniano, que gozó de algún disparo lejano que no inquietó a Isaac. En cualquier caso y en honor a la verdad, hay que señalar que por el otro bando, Oliver no tuvo que intervenir en casi todo el partido; y hasta los 66 minutos no vio de nuevo en peligro su meta, tras la única falta frontal peligrosa que forzó el San Roque en la frontal, que botó Vidal y que se marchó lamiendo la escuadra izquierda del meta lebrijano.
Los siguientes minutos fueron de agobio local, que quiso poner cerco a la portería de Tomás. Primero fue Juande el que se revolvió en el área para chutar fuera; y luego fue Eloy el que falló un tiro cómodo con Tomás batido tras el saque de un córner. Tras esta acción, Ceballos dio entrada en el encuentro a Raúl, que revolucionó el choque. Con el canterano en el campo, los leperos mostraron otra cara y se fueron decididamente por el partido.
Así que como el Antoniano no se decidía a marcar, el que lo hizo fue el San Roque. En el minuto 82, un saque de banda de Otón lo tocó de cabeza Raúl a la posición de Vicente, que empaló una volea perfecta a la escuadra izquierda de Oliver. 0-1 con el mínimo esfuerzo y pocos minutos por delante. 3 minutos más tarde, Raúl hizo equilibrismo sobre la línea de fondo, marcándose una jugada antológica, hizo el pase de la muerte para Álex, quien en el borde del área pequeña perdonó inexplicablemente la ocasión, estrellando la pelota en el cuerpo de Oliver.
A 3 del final, Jonathan y Álex tuvieron de forma consecutiva sendas ocasiones para machacar el encuentro y a un Antoniano que no sabía por dónde atacaban los contrincantes. Pero como el que perdona lo termina pagando, en el minuto 88 empató el cuadro de Falcón, tras una falta frontal que cabeceó Eloy al palo contrario, donde remató en primera instancia Juan, a lo que respondió Tomás con un paradón; pero el rechace le volvió a caer al central local, sin que ningún defensor lepero se enterara de la película, quien remachó a la red para empatar el choque.
Al final, reparto de puntos y una acción que debe quedar para vergüenza del fútbol. Primero la agresión por la espalda de Juan a Jonathan, que el asistente de Prada Rodríguez vio, pero que no reflejó luego en el acta. El lepero tuvo que ser sujetado por sus compañeros. Posteriormente, el árbitro denunció a las fuerzas del orden una agresión de un aficionado local.
Todo ello porque a pesar de que Antoniano es un equipo voluntarioso, al mismo tiempo es muy, pero que muy limitado, que es farolillo rojo por deméritos propios. Por eso existe la sensación en la expedición aurinegra de que se han quedado 2 puntos por el camino que pueden llegar a ser vitales al final de la temporada, toda vez que la clasificación por arriba está apretadísima.
Y eso que el once inicial de Alejandro Ceballos transmitía buenas sensaciones a priori, con Casiano y Joaquín como punta de lanza. Pero el desarrollo del partido demostró que el míster lepero se equivocó con la táctica, porque el San Roque estuvo perdido en el centro del campo durante casi todo el partido.
Los primeros acercamientos aurinegros a la portería de Oliver se produjeron a balón parado, pero en faltas muy lejanas como para que Vidal hiciera daño. De hecho, los primeros 20 minutos el balón estuvo más tiempo en el aire que sobre el césped sintético del Municipal lebrijano.
El Antoniano, por su parte, intentaba llegar a trancas y barrancas, sobre todo gracias a los intentos de Juande, cuyos disparos y centros desde la izquierda tuvieron algún peligro, pero todo cocinado de manera muy inocente. En este contexto, Nando y Vicente estuvieron desaparecidos durante la primera parte, especialmente Nando, que vio la amarilla una vez y a punto estuvo de ver la segunda.
Cuando el cronómetro marcaba el minuto 37, el San Roque fabricó la mejor ocasión de la primera mitad, tras una jugada grandiosa de Juanlu, que llegó a la línea de fondo para centrar al segundo palo, donde Vicente, absolutamente solo, golpeó mal la pelota y la mandó fuera cuando se cantaba el 0-1. No pudo ser en esa ocasión, aunque también el Antoniano tuvo la suya sobre la hora, en un centro de Juande al primer palo, que alguien peinó hacia el segundo; afortunadamente para los intereses leperos, allí estaba Cisco bajo palos para sacar la pelota.
Tras el descanso, Ceballos dio entrada a Jonathan por un inédito Raúl Domínguez, pero las cosas cambiaron poco, porque el poco balón rasante que había era para el Antoniano, que gozó de algún disparo lejano que no inquietó a Isaac. En cualquier caso y en honor a la verdad, hay que señalar que por el otro bando, Oliver no tuvo que intervenir en casi todo el partido; y hasta los 66 minutos no vio de nuevo en peligro su meta, tras la única falta frontal peligrosa que forzó el San Roque en la frontal, que botó Vidal y que se marchó lamiendo la escuadra izquierda del meta lebrijano.
Los siguientes minutos fueron de agobio local, que quiso poner cerco a la portería de Tomás. Primero fue Juande el que se revolvió en el área para chutar fuera; y luego fue Eloy el que falló un tiro cómodo con Tomás batido tras el saque de un córner. Tras esta acción, Ceballos dio entrada en el encuentro a Raúl, que revolucionó el choque. Con el canterano en el campo, los leperos mostraron otra cara y se fueron decididamente por el partido.
Así que como el Antoniano no se decidía a marcar, el que lo hizo fue el San Roque. En el minuto 82, un saque de banda de Otón lo tocó de cabeza Raúl a la posición de Vicente, que empaló una volea perfecta a la escuadra izquierda de Oliver. 0-1 con el mínimo esfuerzo y pocos minutos por delante. 3 minutos más tarde, Raúl hizo equilibrismo sobre la línea de fondo, marcándose una jugada antológica, hizo el pase de la muerte para Álex, quien en el borde del área pequeña perdonó inexplicablemente la ocasión, estrellando la pelota en el cuerpo de Oliver.
A 3 del final, Jonathan y Álex tuvieron de forma consecutiva sendas ocasiones para machacar el encuentro y a un Antoniano que no sabía por dónde atacaban los contrincantes. Pero como el que perdona lo termina pagando, en el minuto 88 empató el cuadro de Falcón, tras una falta frontal que cabeceó Eloy al palo contrario, donde remató en primera instancia Juan, a lo que respondió Tomás con un paradón; pero el rechace le volvió a caer al central local, sin que ningún defensor lepero se enterara de la película, quien remachó a la red para empatar el choque.
Al final, reparto de puntos y una acción que debe quedar para vergüenza del fútbol. Primero la agresión por la espalda de Juan a Jonathan, que el asistente de Prada Rodríguez vio, pero que no reflejó luego en el acta. El lepero tuvo que ser sujetado por sus compañeros. Posteriormente, el árbitro denunció a las fuerzas del orden una agresión de un aficionado local.
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