El filial cordobés complica su permanencia

El Córdoba B visitaba en la tarde del sábado a un Recreativo, que ya no se jugaba nada, lo que parecía una ocasión propicia para sumar tres puntos que permitiesen al conjunto cordobés alejarse un poco más de los puestos de descenso. Pero no pudo ser, y ahora el filial cordobés tiene que esperar que el Chiclana pinche el domingo en casa ante Los Palacios para no caer en puesto de descenso directo.

Mereció más el Córdoba B, que de salida controló el encuentro y dispuso de varias ocasiones claras de gol, llegando incluso a adelantarse en el marcador. Pero el gol de Pizarraya, que supuso el 1-1, fue un duro golpe para los visitantes, que a partir de ahí acusaron los nervios y fueron de mas a menos.

Lo cierto es que los cordobeses salieron a por todas al campo y, de inicio, se hicieron con el control del esférico, con un juego muy serio y llegando con intensidad a la portería rival. Así, ya en el minuto 8 de partido los de Pedrito se adelantaban en el marcador al rematar Pedro a la perfección un centro de Javi Pérez desde la izquierda.

El gol dio alas a los cordobeses, que siguieron buscando la portería rival y que, antes del minuto 25, pudieron ampliar su ventaja en dos ocasiones claras de Pedro, pero el guardameta local desvió la primera a córner y detuvo el balón in extremis en la segunda ocasión. Y entonces, cuando mejor estaba jugando el filial cordobés, llegó el 1-1: una perdida de balón en el borde del área facilita un contragolpe de los locales, que culmina Pizarraya enviando el balón al fondo de las mallas.

Era el minuto 29 y ese gol fue como un jarro de agua fría para los de Pedrito, que a partir de entonces perdieron mucho fuelle, aunque no dejaron de intentarlo en todo el partido, pero ahora con bastante menos peligro.

Así, en la segunda parte, fueron los locales quienes impusieron su ritmo, un ritmo tranquilo y pausado, jugando con el tempo del encuentro, pero dominando siempre la situación. El Córdoba B, por su parte, a cada minuto que pasaba cometía más errores de imprecisión, dejándose llevar cada vez mas por la tensión y la ansiedad.

Así, en el minuto 53, el filial cordobés perdía otro balón, esta vez en la esquina del córner, y ahí estaba de nuevo Pizarraya, el hombre más peligroso de los locales, para llevarse el balón e irse rápidamente arriba y ponerle el balón a Dani, que la colocó donde Alberto no llegaba para hacer el 2-1.

A partir de ahí, las llegadas de los onubenses se sucedieron y sólo la mala puntería en el remate final les impidió firmar una ventaja más abultada al final del partido. El Córdoba B, por su parte, siguió intentándolo, aunque lo hizo más con el corazón que con la cabeza. Pese a todo, los de Pedrito dispusieron de nuevo de un par de ocasiones claras que el guardameta local, Manolo, desbarató.