Se presentaba el partido como el de Cisco y Reyes contra sus ex compañeros en el San Roque; pero también se sumaron a la fiesta otros ex, los del Mairena que visten ahora la camiseta aurinegra, Joaquín y Raúl Domínguez, que, por cierto, fueron homenajeados al justo antes del comienzo del choque.
Visto el encuentro con perspectiva, el resultado podría saber a poco o a mucho, en función del estado de ánimo del aficionado o de los propios jugadores. El San Roque se vio con el partido ganado e incluso tuvo la sentencia; también es verdad que estuvo a merced del rival durante algunos minutos con uno menos y finalmente empató, lo que finalmente, y eso es lo que vale, hace 3 salidas consecutivas sacando algo positivo de campo rival y, además, marcando.
Dicho esto, hay que apuntar que la primera parte del equipo de Ceballos fue sencillamente magistral, magnífica y todos los adjetivos elogiosos que nos hayamos tenido que guardar hasta ahora por el juego desplegado, con un San Roque dominando todas las facetas del juego, tanto por el centro como por las bandas. Aún así, los 10 primeros minutos fueron de tanteo, durante los que ambos contendientes se estuvieron midiendo y apenas llegaron a la portería rival, salvo por tiros lejanos que no veían puerta. Poco a poco, los aurinegros empezaron a hacerse con el control del juego bajando la pelota al piso y haciéndose amo de la zona ancha, aunque lo de ancha es un decir en el Nuevo San Bartolomé. Las figuras de Nando y Vicente se hacían grandes por momentos, bien apoyados en las bandas por Raúl Domínguez y Jonathan, y con un Vidal que entró más en juego de lo habitual, cosa que agradecieron sus compañeros, porque este futbolista hace mucho daño entre jugando entre las líneas enemigas.
Producto de este dominio, del movimiento rápido del balón vino el primer gol: una gran jugada del centro del campo aurinegro que culminó con falta favorable en el balcón del área, que saca Vidal: la pelota golpea en la barrera y cae llovida del cielo en el interior del área, y el rechace que le cae a Raúl Domínguez, quien golpea con la derecha a la media vuelta para batir a Marcos en el 26 de partido. Acto seguido, Joaquín vuelve a ganar un balón en un costado del área, ve la media salida del meta local e intenta una vaselina que se marcha fuera.
Los de Ceballos seguían gustándose en el partido y gustando a los aficionados leperos desplazados hasta Mairena y así, con clase, Vidal realizó otra gran jugada por el costado derecho del área para poner el pase de la muerte a Joaquín, otro ex mairenero, que puso el 0-2 en el electrónico cuando señalaba el minuto 31.
Buen juego, orden y pegada: el San Roque aunó por fin en un partido todas las virtudes que han de llevarle a no pasar muchos problemas clasificatorios y, quizá, algo más. Eso sí, el único error de la defensa lepera durante la primera mitad, estuvo a punto de costarle un gol en el 39, pero el disparo de Sergio Berro se marchó al lateral de la red por fuera, aunque Isaac ya había cerrado bien todos los huecos.
Durante la segunda mitad, todo el orden del San Roque se convirtió desorden y en piernas temblorosas, aunque el Mairena tampoco le estaba exigiendo mucho al encuentro. De hecho, la primera de la reanudación la tuvo el equipo de Ceballos y Melo, en las botas de Raúl Domínguez, que lanzó una falta lateral de forma directa, aunque Marcos respondió con seguridad al desafío. Eso sí, en 5 minutos cambió por completo el rumbo del encuentro, porque si antes habían marcado 2 ex del Mairena, en el 54 fue el turno del ex del San Roque, Cisco, que puso el 1-2 en el marcador tras cabecear de forma brillante un magnífico centro del lateral mairenero Moreno.
Acto seguido el San Roque tuvo la sentencia: Capi se marcó la jugada del partido por la banda derecha, gana la línea de fondo y realiza el pase de la muerte hacia Jonathan, que golpeó la pelota con fe desde el punto de penalti y Marcos, el mejor de los suyos junto a Pana, hizo de ángel de la guarda del Mairena y sacó la pelota de forma milagrosa sobre la línea con el portero batido. Y de la posible sentencia, se pasó al empate: de nuevo Moreno, haciendo un cambio de juego espectacular para Sergio Berro, que se vio solo dentro del área y fusiló sin miramientos a Isaac, todo ello precedido de un error en la cobertura del San Roque.
Así pues, en dos tirones, los albinegros se plantaron con el empate en el encuentro, que comenzaba de nuevo, pero con media hora por delante y con Casiano ya en el campo, a quien se uniría Álex para reforzar el centro del campo lepero, superado por los acontecimientos en segunda mitad; y la verdad es que se notó, porque el San Roque empezó a no pasar tantos apuros. Antes, el brasileño había realizado un gran movimiento dentro del área, pasó atrás para Joaquín y éste no pudo remachar tras una nueva acción milagrosa de la defensa mairenera. En el minuto 87, el San Roque se quedaba con uno menos tras la segunda amarilla que vio Nando de forma injusta. A este respecto, hay que decir que Olivares Magaña no midió por igual a los dos equipos y perdonaba al Mairena acciones que no permitía a los aurinegros.
No obstante, el San Roque no sufrió demasiado y el marcador ya no se movería. De esta forma, el San Roque saca 7 puntos en 3 partidos disputados lejos del Municipal de Lepe y sigue en los puestos altos de la tabla.
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