El Pozoblanco se alzó con la victoria ante un recién ascendido como el Recreativo B, que se presentó en la localidad vallesana sin complejos a pesar de su falta de experiencia. Neva dejó en el banquillo a Gervasio, mientras que Gambeta, última incorporación, se quedó fuera de la convocatoria. En la primera parte, los pupilos de Joselu incluso tuvieron la opción de adelantarse por medio de Bernal, quien estrelló el esférico en el palo.
En estos primeros compases el partido no tuvo un dominador claro, aunque con el paso de los minutos los locales consiguieron hacerse con la manija. Alfonso Gutiérrez, gracias a una genialidad adelantó a los vallesanos a la media hora, resultado con el que se llegó al descanso. Tras el mismo, el choque perdió en intensidad y hubo que esperar hasta el tramo final para que David Aguayo, que reaparecía tras su lesión, sentenciase, dando tres nuevos puntos al plantel de Neva, que le elevan a al parte noble de la clasificación. El proyecto comienza a ver la luz y a engancharse al carro de los favoritos.
El encuentro comenzó vibrante, sin un equipo dominando el juego. Tanto es así que ya en el primer minuto de juego, tras sacar de centro, Alberto gozó de la primera ocasión de peligro. Su disparo lejano fue detenido con dificultades por Víctor.
En choque, en sus primeros minutos, era de ida y vuelta. De este modo, Bernal tuvo la respuesta en sus botas. Su disparo se estrelló en el poste de la meta de Óscar Benito. Cubi hizo lo propio en la siguiente jugada. El pozoalbense disparó con violencia, pero el esférico tocó en el larguero.
Ambos conjuntos estaban perdonando en exceso, a pesar de que sólo habían transcurrido unos 15 minutos de juego. Isidro gozó de un nuevo acercamiento a las inmediaciones de la meta onubense. Después de zafarse de de la presión de varios rivales, lanzó a portería, pero el cancerbero Víctor detuvo sin demasiados apuros.
Golazo de Alfonso Gutiérrez
El Recre no desfalleció ante el dominio local, todo lo contrario, puesto que continuaron atacando con ahínco sobre la portería de Óscar Benito. Juan, Pablo Bernal y Fidel actuaban, prácticamente, como tres delanteros. Las cosas no estaban saliendo como el técnico visitante, José Jiménez "Joselu", había planeado. Sus airadas y reiteradas protestas fueron castigadas con amonestación por el colegiado.
Llegaron entonces unos instantes de dominio recreativista, que fueron solventados por los locales sin mayores problemas. Cubi se imponía en todos los balones aéreos, mientras que Tato se hizo dueño del centro del campo.
Superado el ecuador del primer acto, los vallesanos tuvieron un córner a su favor. La defensa logró repeler, pero el rechace fue cazado por Alfonso Gutiérrez, quien bajó el cuero con la derecha y le pegó con la izquierda. El balón se alojó en el fondo de las mallas. Un auténtico golazo. El Pozoblanco había conseguido lo más complicado, adelantarse en el marcador.
Pese a ir por detrás en el tanteo, los onubenses no se vinieron abajo y siguieron intentando igualar la contienda. Avelino comandaba a los visitantes, mientras que tanto Bernal, como el resto de atacantes buscaron a un Óscar Benito que se mostró muy acertado con varias meritorias intervenciones. El desgate físico por parte de las dos escuadras estaba siendo increíble.
Ya con el tiempo cumplido, un centro de Alfonso Gutiérrez fue rematado tímidamente por Juanmi en el interior del área. El esférico tocó en el palo y el cancerbero rival lo atrapó. El colegiado decretó el final de la primera mitad, a la que se llegaba con la momentánea victoria de los locales.
Arranque idéntico tras el descanso
Tras el intermedio, el Pozoblanco saltó al terreno de juego muy animoso, al igual que en el arranque de partido, buena prueba de ello fue la ocación de Alfonso Gutiérrez en el minuto 50. El extremo vallesano volvió a estrellar el esférico en la madera.
Los locales apostaron por tocar y tocar el esférico, desechando el juego directo. Además, consiguieron anular a Dario, por lo que Juan, el mejor de los delanteros visitantes, apenas podía contactar con la bola, pues el centro del campo no le surtía de balones. El Pozoblanco tiraba de veteranía y oficio ante la mayor juventud del filial recreativista, cuya media de edad roza los 20 años. Pero, en el primera que tocó el ariete, el ¡uy! se instaló en las gradas. Dribló a Acaíñas en el 58 y disparó, pero el balón se marchó pegado a la cepa del poste derecho de Óscar Benito.
Ante la rapidez y mayor frescura de la vanguardia visitante. José Antonio Neva apostó por sustituir a uno de los dos centrales, en este caso Acaiñas, puesto que ambos contaban con tarjeta amarilla. Gervasio entró en el terreno de juego y Tato retrasó su posición sobre el césped del municipal.
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