El Córdoba B cosechó una nueva derrota –la tercera consecutiva- en su visita a Los Barrios. El conjunto blanquiverde, que no conoce la victoria desde el 26 de octubre, echó en falta las múltiples bajas con las que encaraban el choque, puesto que Pedro Sánchez "Pedrito" no pudo contar con cinco de sus titulares en el San Rafael. Los tantos de Añón y Pacheta sentenciaron a un filial que no acertó a rematar en las escasas ocasiones de las que dispuso.
Los jugadores de uno y otro equipo se contagiaron del clima que reinó en la tarde barreña. Un ambiente frío y gris nubló las ideas de unos y otros que desplegaron un juego pobre y sin ningún alarde. Los locales se llevaron la victoria gracias a su mayor pegada de cara al marco rival ante un B que no tenía el control de Javi Pérez en el centro del campo, por lo que no encontró su rumbo en los 90 minutos.
La posesión del cuero se repartió en el primer tramo del encuentro en la que predominó el juego en el centro del campo por parte de las dos escuadras, que no se acercaban con peligro al área rival. Pese a ello la falta de ritmo era una constante durante todo el duelo.
Al borde del descanso, cuando los dos equipos esperaban el pitido final del colegiado, llegó el gol local, que deshizo la igualada en el 41, merced al tanto de Añón. Un mal despeje de un defensor cordobesista, que le arrebató a un rival el cuero de sus botas, dio lugar al 1-0. El flojo despeje del zaguero cayó a los pies de Añón, quien remató batiendo a Alberto Montávez.
Tras el descanso la dinámica apenas cambios, ya que cuando tanto Los Barrios como el filial estaban buscando su lugar en el terreno de juego, llegó la sentencia barreña. Tras el bote de un córner, la defensa comandada por Pedrito abortó el peligro, pero nuevamente los locales centraron desde la misma banda para que Pacheta aumentase la renta.
Así las cosas, el técnico optó por un triple cambio para tratar de cambiar el signo del encuentro. Chiqui, Curro y Sánchez saltaron al césped, pero nada cambió. Tan sólo algunos testarazos intimidaron a Vílchez, quien se tuvo que emplear a fondo en la única llegada con peligro de los blanquiverdes. Fran Cruz cazó un centro en el segundo palo y le pegó con el interior del área, pero su disparo, muy angulado y dirigido a la cruceta, fue desviado por el meta a córner.
Los jugadores de uno y otro equipo se contagiaron del clima que reinó en la tarde barreña. Un ambiente frío y gris nubló las ideas de unos y otros que desplegaron un juego pobre y sin ningún alarde. Los locales se llevaron la victoria gracias a su mayor pegada de cara al marco rival ante un B que no tenía el control de Javi Pérez en el centro del campo, por lo que no encontró su rumbo en los 90 minutos.
La posesión del cuero se repartió en el primer tramo del encuentro en la que predominó el juego en el centro del campo por parte de las dos escuadras, que no se acercaban con peligro al área rival. Pese a ello la falta de ritmo era una constante durante todo el duelo.
Al borde del descanso, cuando los dos equipos esperaban el pitido final del colegiado, llegó el gol local, que deshizo la igualada en el 41, merced al tanto de Añón. Un mal despeje de un defensor cordobesista, que le arrebató a un rival el cuero de sus botas, dio lugar al 1-0. El flojo despeje del zaguero cayó a los pies de Añón, quien remató batiendo a Alberto Montávez.
Tras el descanso la dinámica apenas cambios, ya que cuando tanto Los Barrios como el filial estaban buscando su lugar en el terreno de juego, llegó la sentencia barreña. Tras el bote de un córner, la defensa comandada por Pedrito abortó el peligro, pero nuevamente los locales centraron desde la misma banda para que Pacheta aumentase la renta.
Así las cosas, el técnico optó por un triple cambio para tratar de cambiar el signo del encuentro. Chiqui, Curro y Sánchez saltaron al césped, pero nada cambió. Tan sólo algunos testarazos intimidaron a Vílchez, quien se tuvo que emplear a fondo en la única llegada con peligro de los blanquiverdes. Fran Cruz cazó un centro en el segundo palo y le pegó con el interior del área, pero su disparo, muy angulado y dirigido a la cruceta, fue desviado por el meta a córner.
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