José María Moreno Rosillo relevó en el banquillo del CD Pozoblanco al chipionero José Antonio Neva, un auténtico reto ante la desmembración que había experimentado la plantilla y con el ambiente enrarecido que respiraba la entidad que preside José Antonio Bravo. Su primer propósito fue inyectar una dosis de confianza a un bloque dolido y con la certeza de que una etapa de chequera saludable había expirado. Ahora, y gracias a los últimos resultados, el cuadro vallesano aspira a asaltar las cuatro primeras plazas de la clasificación, aunque la carestía de efectivos genera una etapa de incertidumbre en el mercado invernal.
Rosillo aseguró que el principal obstáculo de sus pupilos "son las bajas". "Cada semana tenemos nuevos problemas en forma de sanciones y lesiones, así que de esa forma es realmente complicado trabajar", apuntó. Y es que, a su juicio, "raro es el partido que no podemos contar con dos o tres jugadores, algo que afecta a cualquier equipo, y más aún a nosotros, que estamos cortitos de efectivos". Precisamente, la necesidad de apuntalar la plantilla no es una cuestión ajena al técnico del Cerro del Águila, para quien los fichajes "serían muy bien recibidos".
El ex del Jerez de los Caballeros, -admite-, firmó "siendo consciente de que la plantilla era muy corta", aunque precisó que "eso no quita que yo ahora vea que con un par de retoques podríamos estar mucho más arriba". "En la afición hay un ligero desánimo, ya que al principio de Liga se crearon unas expectativas muy ambiciosas que todavía no han podido cumplirse", argumentó. Según su criterio, la principal explicación a la irregular trayectoria del cuadro pedrocheño "está en que cuando comenzó la temporada se fueron jugadores importantes que no han sido relevados".
Sin embargo, Rosillo asume que "seguir aquí es un reto", y aclaró que "a mí me encantan los retos". "Sé que mientras más problemas haya, más tendremos que trabajar, y eso da fuerzas a cualquier persona que sea dinámica", opinó. Según su versión, "en ningún momento he pensado en marcharme", ya que en su mentalidad "no cabe otra idea que no sea seguir tirando hacia adelante con la misma ilusión que cuando llegué". Su principal propósito "es poder hacer una convocatoria de 16 jugadores con garantías todas las semanas, algo que por ahora no estamos cumpliendo".
Pese a todo, el de La Motilla argumentó que "yo no le he pedido refuerzos directamente al presidente", aunque sí añadió que "de todas maneras, él es un hombre de fútbol y sabe que la necesidad de darle algunos retoques a la plantilla es algo que está ahí y que no se puede discutir". "Indudablemente se puede estar mejor, pero el equipo está respondiendo bastante bien y hay que valorar el fenomenal trabajo que están desarrollando los chavales", concluyó
Rosillo aseguró que el principal obstáculo de sus pupilos "son las bajas". "Cada semana tenemos nuevos problemas en forma de sanciones y lesiones, así que de esa forma es realmente complicado trabajar", apuntó. Y es que, a su juicio, "raro es el partido que no podemos contar con dos o tres jugadores, algo que afecta a cualquier equipo, y más aún a nosotros, que estamos cortitos de efectivos". Precisamente, la necesidad de apuntalar la plantilla no es una cuestión ajena al técnico del Cerro del Águila, para quien los fichajes "serían muy bien recibidos".
El ex del Jerez de los Caballeros, -admite-, firmó "siendo consciente de que la plantilla era muy corta", aunque precisó que "eso no quita que yo ahora vea que con un par de retoques podríamos estar mucho más arriba". "En la afición hay un ligero desánimo, ya que al principio de Liga se crearon unas expectativas muy ambiciosas que todavía no han podido cumplirse", argumentó. Según su criterio, la principal explicación a la irregular trayectoria del cuadro pedrocheño "está en que cuando comenzó la temporada se fueron jugadores importantes que no han sido relevados".
Sin embargo, Rosillo asume que "seguir aquí es un reto", y aclaró que "a mí me encantan los retos". "Sé que mientras más problemas haya, más tendremos que trabajar, y eso da fuerzas a cualquier persona que sea dinámica", opinó. Según su versión, "en ningún momento he pensado en marcharme", ya que en su mentalidad "no cabe otra idea que no sea seguir tirando hacia adelante con la misma ilusión que cuando llegué". Su principal propósito "es poder hacer una convocatoria de 16 jugadores con garantías todas las semanas, algo que por ahora no estamos cumpliendo".
Pese a todo, el de La Motilla argumentó que "yo no le he pedido refuerzos directamente al presidente", aunque sí añadió que "de todas maneras, él es un hombre de fútbol y sabe que la necesidad de darle algunos retoques a la plantilla es algo que está ahí y que no se puede discutir". "Indudablemente se puede estar mejor, pero el equipo está respondiendo bastante bien y hay que valorar el fenomenal trabajo que están desarrollando los chavales", concluyó
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