El San Roque hizo bueno el punto que consiguió en Cádiz la semana pasada, a costa de un Córdoba B que estuvo a punto de dar la sorpresa y de llevarse el encuentro, aprovechando una monumental pájara lepera durante el inicio de la segunda parte. Los cambios en ambos equipos llegaron a ser decisivos, pero el que mejor parado salió fue el equipo local, gracias al empuje y la calidad de Jonathan, que revolucionó a los suyos en pos de la victoria.
El partido comenzó aparentemente frío, pero con peligro. Recién comenzado el encuentro, en el primer minuto de juego, el guardameta Alberto no mide bien su salida y atrapa la pelota fuera del área con las manos, cuando Casiano se disponía a cazar la acción. Fue el primer error de la melillense Domenech Mohand que debió expulsar al portero cordobés por esa jugada. La falta en la frontal la botó Vidal, el balón golpeó en la barrera y el rebote se estrelló en el palo derecho de la portería cordobesa, sin que nadie acertara a alojarla dentro de las mallas.
Poco después, la segunda llega del San Roque se convirtió en gol y constató la mala tarde de Alberto. Falta lateral botada por Vidal al segundo palo, buscando la estrategia y la prolongación, y por allí apareció Juanlu para golpear la bola sin dejarla caer ejecutando una vaselina perfecta que batió al meta cordobés y que supuso el primer gol del partido y el primer gol en partido oficial de Juanlu desde que defiende la elástica aurinegra. Así pues, los leperos se encontraron pronto con el marcador a su favor, por lo que cedió la pelota al rival, aunque éste no sabía qué hacer con ella y se estrellaba una y otra vez de forma inocente, no ya contra la defensa sino con el mediocentro, donde Álex era la novedad.
El filial cordobesista era incapaz de hacer daño alguno con la pelota, demostrando y justificando su ahogada situación en la tabla. De hecho, el Córdoba B llegaba a este partido con un solitario gol a favor en sus partidos lejos de su ciudad deportiva. Así que el San Roque sólo tuvo que hacer gala de su pegada para conseguir el segundo: Raúl Domínguez se queda con un balón suelto en la medular, pasa para Vidal, quien libre de marca y algo escorado, desde fuera del área, colocó la pelota en la escuadra contraria, batiendo de nuevo a Alberto. Poco después, el equipo de Ceballos estuvo a punto de sentenciar el choque: pase de tiralíneas de Vidal para Capi, que gana la banda, centra al segundo palo para la llegada de Raúl Domínguez, cuyo disparo cruzado supera al portero visitante pero no al central Arroyo, que sacó la pelota como pudo sobre la línea de gol.
Los leperos se fueron relajando poco a poco y se vieron ganadores demasiado pronto. Pedrito movió su banquillo y dio entrada a Hens y a Manu Leal, que empezaron a carburar enseguida y le dieron otro aire al encuentro. Así, en el minuto 52 y fruto de la relajación, Hens pudo disparar con toda comodidad desde la frontal, y su disparo se convirtió en un obús tras tocar el suelo, sorprendiendo el bote a Isaac, que se comió el 1-2. El San Roque se había acostumbrado a defender con placidez al rival, por lo que no pudo hacer nada cuando se le vino encima la avalancha verdiblanca, porque en el 56, Pedro marcó el mejor gol de la noche, aprovechando de nuevo la relajación local, y poniendo en la escuadra de Isaac un tirazo lejanísimo. Y la culminación de la pájara la puso Manu Leal, batiendo por alto la media salida de Isaac tras una contra fulminante de los cordobeses, que en 8 minutos habían sido capaces de marcar más goles fuera de casa que en toda la liga.
Entonces, Alejandro Ceballos decidió mover el banquillo, a su vez, y ganar mordiente arriba, acertando de pleno, dando entrada a Jonathan, el revolucionario, y a Joaquín, el ejecutor. Ahí se fraguó la victoria. En el minuto 77, Álex vio el desmarque de Jonathan y le puso la pelota en profundidad por alto, el lepero mide la carrera con Arroyo, la gana y cuando se disponía a fusilar al portero en el mano a mano, el defensa cordobés se interpuso en el camino. La colegiada melillense tuvo pocas dudas y decretó penalti, bastante dudoso, aunque no expulsó tampoco al central cordobés, a pesar de que era jugada manifiesta de gol. El penalti lo ejecutó Joaquín por en centro y puso el 3-3 en el marcador y el convencimiento en las gradas de que la victoria no se iba a escapar. Y así fue. Sólo 2 minutos más tarde, Jonathan se escapaba con velocidad endiablada de la marca rival, encaraba a Alberto, que trabó la pelota y al jugador, cuando éste intentaba el regate. Nuevo penalti y nueva tarjeta, que era la segunda de Alberto. De nuevo Joaquín fue el encargado de ejecutar la acción, poniendo la pelota en la escuadra izquierda del recién ingresado Molero.
Con uno menos, el Córdoba B no tuvo fuerzas para intentarlo más, por lo que el San Roque se dedicó a controlar el partido, que se puso más de cara aún cuando Arroyo vio la segunda amarilla por hacer una falta tan dura como innecesaria en el centro del campo. Aún tuvo tiempo Joaquín de firmar su tercer gol particular –lleva 8 en la liga-, pero su disparo desde dentro del área tras una excelente acción personal, se marchó a córner.
El partido comenzó aparentemente frío, pero con peligro. Recién comenzado el encuentro, en el primer minuto de juego, el guardameta Alberto no mide bien su salida y atrapa la pelota fuera del área con las manos, cuando Casiano se disponía a cazar la acción. Fue el primer error de la melillense Domenech Mohand que debió expulsar al portero cordobés por esa jugada. La falta en la frontal la botó Vidal, el balón golpeó en la barrera y el rebote se estrelló en el palo derecho de la portería cordobesa, sin que nadie acertara a alojarla dentro de las mallas.
Poco después, la segunda llega del San Roque se convirtió en gol y constató la mala tarde de Alberto. Falta lateral botada por Vidal al segundo palo, buscando la estrategia y la prolongación, y por allí apareció Juanlu para golpear la bola sin dejarla caer ejecutando una vaselina perfecta que batió al meta cordobés y que supuso el primer gol del partido y el primer gol en partido oficial de Juanlu desde que defiende la elástica aurinegra. Así pues, los leperos se encontraron pronto con el marcador a su favor, por lo que cedió la pelota al rival, aunque éste no sabía qué hacer con ella y se estrellaba una y otra vez de forma inocente, no ya contra la defensa sino con el mediocentro, donde Álex era la novedad.
El filial cordobesista era incapaz de hacer daño alguno con la pelota, demostrando y justificando su ahogada situación en la tabla. De hecho, el Córdoba B llegaba a este partido con un solitario gol a favor en sus partidos lejos de su ciudad deportiva. Así que el San Roque sólo tuvo que hacer gala de su pegada para conseguir el segundo: Raúl Domínguez se queda con un balón suelto en la medular, pasa para Vidal, quien libre de marca y algo escorado, desde fuera del área, colocó la pelota en la escuadra contraria, batiendo de nuevo a Alberto. Poco después, el equipo de Ceballos estuvo a punto de sentenciar el choque: pase de tiralíneas de Vidal para Capi, que gana la banda, centra al segundo palo para la llegada de Raúl Domínguez, cuyo disparo cruzado supera al portero visitante pero no al central Arroyo, que sacó la pelota como pudo sobre la línea de gol.
Los leperos se fueron relajando poco a poco y se vieron ganadores demasiado pronto. Pedrito movió su banquillo y dio entrada a Hens y a Manu Leal, que empezaron a carburar enseguida y le dieron otro aire al encuentro. Así, en el minuto 52 y fruto de la relajación, Hens pudo disparar con toda comodidad desde la frontal, y su disparo se convirtió en un obús tras tocar el suelo, sorprendiendo el bote a Isaac, que se comió el 1-2. El San Roque se había acostumbrado a defender con placidez al rival, por lo que no pudo hacer nada cuando se le vino encima la avalancha verdiblanca, porque en el 56, Pedro marcó el mejor gol de la noche, aprovechando de nuevo la relajación local, y poniendo en la escuadra de Isaac un tirazo lejanísimo. Y la culminación de la pájara la puso Manu Leal, batiendo por alto la media salida de Isaac tras una contra fulminante de los cordobeses, que en 8 minutos habían sido capaces de marcar más goles fuera de casa que en toda la liga.
Entonces, Alejandro Ceballos decidió mover el banquillo, a su vez, y ganar mordiente arriba, acertando de pleno, dando entrada a Jonathan, el revolucionario, y a Joaquín, el ejecutor. Ahí se fraguó la victoria. En el minuto 77, Álex vio el desmarque de Jonathan y le puso la pelota en profundidad por alto, el lepero mide la carrera con Arroyo, la gana y cuando se disponía a fusilar al portero en el mano a mano, el defensa cordobés se interpuso en el camino. La colegiada melillense tuvo pocas dudas y decretó penalti, bastante dudoso, aunque no expulsó tampoco al central cordobés, a pesar de que era jugada manifiesta de gol. El penalti lo ejecutó Joaquín por en centro y puso el 3-3 en el marcador y el convencimiento en las gradas de que la victoria no se iba a escapar. Y así fue. Sólo 2 minutos más tarde, Jonathan se escapaba con velocidad endiablada de la marca rival, encaraba a Alberto, que trabó la pelota y al jugador, cuando éste intentaba el regate. Nuevo penalti y nueva tarjeta, que era la segunda de Alberto. De nuevo Joaquín fue el encargado de ejecutar la acción, poniendo la pelota en la escuadra izquierda del recién ingresado Molero.
Con uno menos, el Córdoba B no tuvo fuerzas para intentarlo más, por lo que el San Roque se dedicó a controlar el partido, que se puso más de cara aún cuando Arroyo vio la segunda amarilla por hacer una falta tan dura como innecesaria en el centro del campo. Aún tuvo tiempo Joaquín de firmar su tercer gol particular –lleva 8 en la liga-, pero su disparo desde dentro del área tras una excelente acción personal, se marchó a córner.
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