El San Roque formó con Isaac, Juanlu, Otón, Avilés, Cisco, Capi (Jonathan 62’), Nando, Vicente (Raúl 82’), Casiano (Joaquín 72’), Vidal y Raúl Domínguez.
Por una parte, apenas se sufrió, el San Roque fue sólido, granítico y la portería de Isaac se convirtió en inalcanzable para el filial del Cádiz CF. Por otro lado, tampoco se vio un gran despliegue en ataque, y tampoco el portero local, Tomás, tuvo demasiado trabajo. En resumen, la soleada mañana en la bahía de Cádiz sólo sirvió para que el San Roque siguiera sumando fuera de casa y para confirmar que, definitivamente, Nando, a pesar de no estar físicamente al 100 por 100, se ha hecho con la manija del equipo, dándole el equilibrio que necesitaba el juego aurinegro.
En cuanto al partido, bien, gracias. O regular, por no decir aburrido. Ni Jesús Casas ni Alejandro Ceballos quisieron desnudar sus respectivos equipos atrás, por lo que el encuentro estaba abocado a la igualdad y al centrocampismo, donde Nando ejercía de general de campo, impidiendo la progresión del rival e intentando lanzar a los suyos, demasiados pocos para lo que tenían enfrente: 10 jugadores cadistas permanentemente por detrás de la pelota. No obstante, la mejor ocasión para los leperos de la primera mitad llegó pronto, en el 14 minuto de partido, cuando Casiano ganaba una pelota dentro del área, realizando un reverso sobre su eje, para ganar la línea de fondo, poner el pase de la muerte para la llegada de Raúl Domínguez, pero cuando se cantaba el gol del San Roque, le defensa despejaba en el último momento.
El encuentro proseguía entre las constantes faltitas de unos y otros, que el árbitro señalaba tarde y mal en casi todos los casos, y el poco trabajo de los porteros. Eso sí, en la primera parte, Isaac pasó algún que otro apuro por culpa del fuerte viento que soplaba sobre el terreno de juego, que los leperos tenían en contra. Así, en el minuto 24, una falta lejanísima botada por Guedes se fue envenenando y tomando velocidad con el viento, dejando vendido a Isaac, aunque la pelota golpeó en la madera; el rebote no fue capaz de cazarlo ningún atacante. El San Roque vivía tranquilo, intentando encontrar algún hueco en la trama defensiva rival, hueco que encontró Vidal, que pasó a Casiano, que le midió la carrera al central Luismo, se la ganó y cuando iba a conectar con la pelota en el mano a mano, Tomás salió a los pies del brasileño para quitarle el remate de la bota. Así concluyó la primera mitad.
En la reanudación, el Cádiz B pareció dar un paso adelante, pero fue una situación ficticia, o transitoria, porque el San Roque se hizo de nuevo con los mando, gracias a Nando y Vicente, aunque el partido estaba demasiado parado. Y así, a balón parado llegaron las oportunidades, por llamarlas de alguna manera, a favor de los leperos. La primera de ellas en el 62, en una falta sacada muy cerca de la línea del área rival, que botó Vidal por encima de la barrera, para que Tomás llegara sin demasiados problemas. Y otro falta lejana pateada por Raúl Domínguez, que aprovechó también el viento para intentarlo, pero el portero amarillo despejó con algún apuro.
Cuando el partido moría, llegaron otras 2 buenas oportunidades, una para cada equipo. La primera en el minuto 89, cuando el lepero Raúl arrebató y ganó una pelota en la frontal del área, pasó a la frontal para un desmarcado Jonathan que disparó sin oposición alto, cuando quizá tenía opción de encarar al portero. Y la última del partido fue para el Cádiz B en el 94, cuando con el San Roque volcado en ataque, los amarillos llegaron con Bello por la derecha a la línea de fondo y su pase atrás fue despejado por Avilés, que estuvo, junto a toda la cobertura lepera, sencillamente perfecto.
De esta forma, el San Roque ha sacado 2 empates fuera de casa, los 2 en término municipal de Puerto Real, en los 2 últimos partidos. El punto pescado contra el Cádiz B habrá que refrendarlo ahora y hacerlo bueno ganando el sábado a partir de las 17:30 horas en el Municipal lepero al Córdoba B.ç
Eloy Morais
Por una parte, apenas se sufrió, el San Roque fue sólido, granítico y la portería de Isaac se convirtió en inalcanzable para el filial del Cádiz CF. Por otro lado, tampoco se vio un gran despliegue en ataque, y tampoco el portero local, Tomás, tuvo demasiado trabajo. En resumen, la soleada mañana en la bahía de Cádiz sólo sirvió para que el San Roque siguiera sumando fuera de casa y para confirmar que, definitivamente, Nando, a pesar de no estar físicamente al 100 por 100, se ha hecho con la manija del equipo, dándole el equilibrio que necesitaba el juego aurinegro.
En cuanto al partido, bien, gracias. O regular, por no decir aburrido. Ni Jesús Casas ni Alejandro Ceballos quisieron desnudar sus respectivos equipos atrás, por lo que el encuentro estaba abocado a la igualdad y al centrocampismo, donde Nando ejercía de general de campo, impidiendo la progresión del rival e intentando lanzar a los suyos, demasiados pocos para lo que tenían enfrente: 10 jugadores cadistas permanentemente por detrás de la pelota. No obstante, la mejor ocasión para los leperos de la primera mitad llegó pronto, en el 14 minuto de partido, cuando Casiano ganaba una pelota dentro del área, realizando un reverso sobre su eje, para ganar la línea de fondo, poner el pase de la muerte para la llegada de Raúl Domínguez, pero cuando se cantaba el gol del San Roque, le defensa despejaba en el último momento.
El encuentro proseguía entre las constantes faltitas de unos y otros, que el árbitro señalaba tarde y mal en casi todos los casos, y el poco trabajo de los porteros. Eso sí, en la primera parte, Isaac pasó algún que otro apuro por culpa del fuerte viento que soplaba sobre el terreno de juego, que los leperos tenían en contra. Así, en el minuto 24, una falta lejanísima botada por Guedes se fue envenenando y tomando velocidad con el viento, dejando vendido a Isaac, aunque la pelota golpeó en la madera; el rebote no fue capaz de cazarlo ningún atacante. El San Roque vivía tranquilo, intentando encontrar algún hueco en la trama defensiva rival, hueco que encontró Vidal, que pasó a Casiano, que le midió la carrera al central Luismo, se la ganó y cuando iba a conectar con la pelota en el mano a mano, Tomás salió a los pies del brasileño para quitarle el remate de la bota. Así concluyó la primera mitad.
En la reanudación, el Cádiz B pareció dar un paso adelante, pero fue una situación ficticia, o transitoria, porque el San Roque se hizo de nuevo con los mando, gracias a Nando y Vicente, aunque el partido estaba demasiado parado. Y así, a balón parado llegaron las oportunidades, por llamarlas de alguna manera, a favor de los leperos. La primera de ellas en el 62, en una falta sacada muy cerca de la línea del área rival, que botó Vidal por encima de la barrera, para que Tomás llegara sin demasiados problemas. Y otro falta lejana pateada por Raúl Domínguez, que aprovechó también el viento para intentarlo, pero el portero amarillo despejó con algún apuro.
Cuando el partido moría, llegaron otras 2 buenas oportunidades, una para cada equipo. La primera en el minuto 89, cuando el lepero Raúl arrebató y ganó una pelota en la frontal del área, pasó a la frontal para un desmarcado Jonathan que disparó sin oposición alto, cuando quizá tenía opción de encarar al portero. Y la última del partido fue para el Cádiz B en el 94, cuando con el San Roque volcado en ataque, los amarillos llegaron con Bello por la derecha a la línea de fondo y su pase atrás fue despejado por Avilés, que estuvo, junto a toda la cobertura lepera, sencillamente perfecto.
De esta forma, el San Roque ha sacado 2 empates fuera de casa, los 2 en término municipal de Puerto Real, en los 2 últimos partidos. El punto pescado contra el Cádiz B habrá que refrendarlo ahora y hacerlo bueno ganando el sábado a partir de las 17:30 horas en el Municipal lepero al Córdoba B.ç
Eloy Morais
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