Esta semana se le abrían nuevas perspectivas al Córdoba B. La posible retirada de la competición del Villanueva suponía que la distancia con los puestos de permanencia se situaran a seis puntos, justo la distancia que separaba a los filiales del Chiclana.
Con esa alegría afrontaron los jóvenes cachorros blanquiverdes su choque ante el Sevilla C, y la confianza se notó, aunque a la postre, el punto sumado fue insuficiente, si tenemos en cuenta que el rival por esa teórica plaza de permanencia, el Chiclana, consiguió imponerse en Pozoblanco.
El adversario de esta jornada en la Ciudad Deportiva Rafael Gómez no era el más propicio para optar por la victoria. El equipo que ahora entrena Miguel Ángel Gómez figura en los puestos de fase de ascenso, y aunque desde la entidad sevillista parecen tener decidido renunciar a jugar esta competición, para no quitar la plaza a otro equipo andaluz, ya que ellos a la postre no podrían subir por el descenso del equipo de Segunda A, lo cierto es que se trata de un equipo de calidad, complicado de jugar y de derrotar.
El buen hacer del equipo hispalense pronto iba a quedar de manifiesto, a los seis minutos de juego, Carreño estrellaba el esférico en el larguero de la meta defendida por Molero. Fue el aviso de lo que ocurriría diez minutos después, cuando Javi Martínez aprovechó un lanzamiento directo para poner por delante a su equipo, tras enviar el esférico a la escuadra, lejos del alcance de Molero. Apenas unos minutos después pudo sentenciar Samu, pero su lanzamiento fue detenido en dos tiempos por el cancerbero local.
El Córdoba B reaccionó tras el tanto en contra, y jugaba de tú a tú a uno de los mejores filiales de España, la primera ocasión sería para Javi Pérez, que remató un centro de Manu Leal, pero un defensor sacó el balón de la misma raya de gol. Pasada la media hora de juego fue José Manuel quien lo intentó por banda, pero el balón fue cortado con la mano por Moi García, en una acción muy protestada por el respetable, ya que consideró que el jugador estaba dentro del área, si bien el colegiado, parece que con buen criterio, la señaló fuera.
En los últimos minutos del primer periodo, las manos volvieron a ser protagonistas, puesto que José Manuel fue expulsado, tras cortar un balón con estas extremidades no permitidas a los jugadores de campo, de modo que dejaba a su equipo en inferioridad para toda la segunda parte.
Tras el descanso, Pedrito se disfrazó de Helenio Herrera y se mostró convencido de hacer bueno el dicho de que se juega mejor con diez que con once, aunque al final rizó el rizo y lo tuvo que hacer con nueve, incluso, tras la lesión de Fernando Recio. Lo cierto es que el Córdoba adelantó líneas y puso en jaque a la retaguardia sevillana.
El adversario de esta jornada en la Ciudad Deportiva Rafael Gómez no era el más propicio para optar por la victoria. El equipo que ahora entrena Miguel Ángel Gómez figura en los puestos de fase de ascenso, y aunque desde la entidad sevillista parecen tener decidido renunciar a jugar esta competición, para no quitar la plaza a otro equipo andaluz, ya que ellos a la postre no podrían subir por el descenso del equipo de Segunda A, lo cierto es que se trata de un equipo de calidad, complicado de jugar y de derrotar.
El buen hacer del equipo hispalense pronto iba a quedar de manifiesto, a los seis minutos de juego, Carreño estrellaba el esférico en el larguero de la meta defendida por Molero. Fue el aviso de lo que ocurriría diez minutos después, cuando Javi Martínez aprovechó un lanzamiento directo para poner por delante a su equipo, tras enviar el esférico a la escuadra, lejos del alcance de Molero. Apenas unos minutos después pudo sentenciar Samu, pero su lanzamiento fue detenido en dos tiempos por el cancerbero local.
El Córdoba B reaccionó tras el tanto en contra, y jugaba de tú a tú a uno de los mejores filiales de España, la primera ocasión sería para Javi Pérez, que remató un centro de Manu Leal, pero un defensor sacó el balón de la misma raya de gol. Pasada la media hora de juego fue José Manuel quien lo intentó por banda, pero el balón fue cortado con la mano por Moi García, en una acción muy protestada por el respetable, ya que consideró que el jugador estaba dentro del área, si bien el colegiado, parece que con buen criterio, la señaló fuera.
En los últimos minutos del primer periodo, las manos volvieron a ser protagonistas, puesto que José Manuel fue expulsado, tras cortar un balón con estas extremidades no permitidas a los jugadores de campo, de modo que dejaba a su equipo en inferioridad para toda la segunda parte.
Tras el descanso, Pedrito se disfrazó de Helenio Herrera y se mostró convencido de hacer bueno el dicho de que se juega mejor con diez que con once, aunque al final rizó el rizo y lo tuvo que hacer con nueve, incluso, tras la lesión de Fernando Recio. Lo cierto es que el Córdoba adelantó líneas y puso en jaque a la retaguardia sevillana.
Los cordobesistas creaban peligro pero sus delanteros parecían no culminar las ocasiones, ya que la buena defensa hispalense acababa siempre por alejar el peligro. Tuvo que ser por tanto a balón parado la forma utilizada por los blanquiverdes para lograr la igualada, y en el Córdoba B actual, este tipo de jugadas tiene un nombre, Javi Pérez, el centrocampista ejecutó de manera magistral un lanzamiento libre directo, haciendo el empate a uno para su equipo.
En el último cuarto de hora, y a pesar de las adversidades, los de Pedrito no se conformaron y buscaron un segundo tanto, que les diera la victoria, pero este no llegó.
En el último cuarto de hora, y a pesar de las adversidades, los de Pedrito no se conformaron y buscaron un segundo tanto, que les diera la victoria, pero este no llegó.
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